Si es cuestión de confesar nunca duermo antes de las diez, ni madrugo los domingos. La verdad es que también suelo llorar al menos una vez al mes, sobre todo cuando hay frío.
Conmigo nada es fácil, ya lo debes saber pues me conoces bien.

Y sin ti todo es tan aburrido…el cielo está cansado ya de ver la lluvia caer. Y cada día que pasa es uno mas parecido a ayer.

No encuentro forma alguna de olvidarte porque el seguir queriéndote ya es inevitable.