Y cuando te extraño, miro las estrellas y siento que ahí estas vos… mirándome. A veces te hablo, otras,  me acuerdo de cosas que vivimos juntos como si hubiera sido hace unas horas.

Hoy miré el cielo y me pareció ver cuatro estrellas unidas que viajaban a la velocidad de un pájaro. Era un avión. Y me pregunté si, tal vez, por un minuto podríamos hacer de cuenta que el avión y sus luces eran estrellas, porque realmente necesitaría un deseo.

Entonces pedí tenerte, solo para mí. Tener sólo una oportunidad con vos.

Para cuidarte, para hacerte feliz.

Quiero hacer planes de a dos, darte todo lo que tengo, y ser todo lo que soy.

Pedí tenerte para darte mi tiempo. Porque no hay palabras para describir lo que me haces sentir, porque cuando estoy con vos puedo ser yo misma y no fingir.

Y mil imágenes vinieron a mi mente, de vos y yo, de NOSOTROS.

Los ojos se me llenaron de lágrimas, eran de felicidad. De eso tan especial que me das y hace mucho que no me lo daba ningún otro.

En realidad, pedí tenerte para hacernos compañía; para ser fuertes cuando las cosas no salgan como esperábamos, para estar a tu lado cuando tu mundo parezca derrumbarse.

Quiero ser el hombro en el que llores, y la persona a quien recurras cuando estés mal. Porque siempre voy a estar para ayudarte, cuando, donde y para lo que necesites.

Momentos lindos va a haber, millones. Pero es bueno que sepas que cuando algo ande mal, no te voy a fallar. Si necesitas un abrazo, si necesitas un beso, si necesitas un consejo. Y si necesitas silencio, te lo voy a saber dar… si necesitas espacio también.

Si realmente me valoras, dame UNA oportunidad.

Pedí estar juntos para hacerte y sentirte mío. Viajar juntos a la tierra de los sueños, hacerlos realidad.

Pedí estar juntos porque creo en las estrellas, y en la felicidad. Porque te merezco y juro NUNCA hacerte mal.